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La pasta es deliciosa, pero si la preparas tú mismo, ¡lo es aún más! Esta receta de pasta con espinacas es suave, aromática, y queda a la perfección con un queso suave y hierbas frescas.
Ingredientes para 4 personas:
500 g de harina
300 g de espinacas frescas y limpias
1 huevo
1 poco de sal
1 chorrito de aceite de oliva
300 ml de nata líquida
250 g de queso azul
Sal al gusto
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es escaldar las espinacas en agua con sal y, cuando las tengamos, las escurrimos bien y las trituramos, junto con el huevo, en el vaso de la batidora. Reservamos.
En la encimera, o en un bol grande, ponemos la harina mezclada con la sal y hacemos un hueco en el centro (formamos un volcán). Echamos, en el hueco, las espinacas trituradas con el huevo y un chorrito de aceite y pasamos a mezclar todo bien. Lo haremos con las manos y amasaremos hasta obtener una masa firme y manejable.
Una vez que tengamos la masa, pasaremos a extenderla sobre la encimera hasta dejarla bien finita. A mi, como no me cabía extendida entera en la encimera, la extendemos en dos veces.
Una vez la tengamos extendida bien finita, la enrollamos y vamos cortando lonchitas que, al desenrollar, nos darán los tallarines.
Cocemos la pasta en abundante agua con sal hasta tenerla al dente, unos 4 o 5 minutos (un poco más si la queréis algo más blanda).
Mientras, ponemos un cazo al fuego con la nata y el queso cortado en daditos y calentamos hasta que el queso se haya fundido y mezclado bien con la nata.
Escurrimos bien la pasta y la servimos con la salsa por encima.