1 cucharada de extracto líquido de propóleo (8 ml)
3 cucharadas soperas de arcilla en polvo fino (45 g)
Si lo deseas puedes añadir unas gotitas de algún aceite esencial para darle un aroma especial a tu jabón (lavanda, romero, limón, naranja...)
ELABORACIÓN:
Calentaremos la pastilla de jabón para que se derrita.
No es necesario que hierva. Lo calentaremos, solamente, hasta que la glicerina se vuelva líquida.
En un bol de cristal, añadiremos el propóleo líquido y la arcilla y mezclaremos bien. Deberemos usar una cuchara de madera o algún otro utensilio de cristal, pero no de plástico o de metal. Este requisito es fundamental para que la arcilla mantenga sus propiedades curativas.
Una vez esté todo mezclado pondremos la mezcla en el molde o recipiente que le vaya a dar la forma a nuestro jabón.
Dejaremos que se enfríe y solidifique y nuestro jabón estará listo.