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Intolerancia a la fructosa
La intolerancia a la fructosa en la dieta, también conocida como malabsorción de la fructosa, se produce cuando el sistema digestivo tiene dificultades para procesar la fructosa. La fructosa es un azúcar simple que se encuentra de forma natural en las frutas, los zumos de frutas, la miel y algunas verduras. También se utiliza en muchos alimentos procesados con azúcares añadidos.
Algunas personas tienen una intolerancia hereditaria a la fructosa, lo que significa que han nacido sin la enzima responsable de descomponer la fructosa. Esta afección suele detectarse desde la infancia, mientras que la intolerancia a la fructosa alimentaria puede aparecer más tarde en la vida.
Los síntomas más comunes de la intolerancia a la fructosa en la dieta son:
- gases
- hinchazón
- dolor de estómago
- diarrea
Si sospechas que padeces una intolerancia a la fructosa, debes hablar con tu médico, que podrá analizar tu digestión de la fructosa. De lo contrario, lo mejor es intentar eliminar de tu dieta los alimentos que contienen fructosa y controlar cómo reacciona tu cuerpo. Puedes combinar esto con una dieta de eliminación, si quieres probar también otras sensibilidades alimentarias.