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Una plaga molesta, pero que tiene solución
Todos hemos temido más de una vez el momento de abrir el paquete de harina o echarle un vistazo a los alimentos que guardamos en la alacena, ya que podría surgir una pequeña palomilla o unas larvas dándose un festín con granos y cereales. Y no se trata simplemente de un miedo a los insectos, sino de algo que todos sabemos muy bien: deshacerse de una invasión de palomillas o polillas de cocina es prácticamente imposible, y las más de las veces tenemos que tirar a la basura nuestros alimentos no perecederos, lo cual conlleva un gasto adicional.
Si ya te ha pasado, quizás has probado varias soluciones disponibles, con mayor o menor éxito; o tal vez te hayan pasado trucos y recomendaciones por si llegara a sucederte. Lo cierto es que no todos estos trucos funcionan, ya que algunos se centran en las polillas (olvidando sus larvas), mientras que otros son simplemente costosos e insuficientes.
Por suerte, el día de hoy te explicamos cuál es la manera más eficaz de terminar con esta plaga y tener tranquilidad durante los meses después de la infestación. ¡Sigue leyendo!
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