Cuidado con lo que comes. Tal vez conozcas la frase "eres lo que comes", que tiene una gran parte de verdad. Si te alimentas con bebidas excitantes como el café, tomas bebidas azucaradas, fumas, sales a beber más de 2 veces por semana y tu dieta contiene muchos alimentos salados y llenos de grasa, lo más probable es que tu organismo se encuentre en un estado de tensión permanente. Estas sensaciones se traducen en nuestro cerebro con emociones negativas, creando un círculo vicioso. Llevando una alimentación saludable, estarás ayudando a tu organismo a reducir el estrés y a sentirte mejor.
Practica algún deporte. Cuando realizamos una actividad física, aunque no sea muy intensa, al cabo de media hora nuestro cuerpo comienza a liberar una sustancia llamada endorfina, llamada por muchos "la droga de la felicidad". Hacer ejercicio con regularidad mejora no sólo nuestra salud, sino nuestro humor. Nos sentimos más alegres, livianos, positivos, ¡y se ve reflejado en nuestra vida! Cualquier tipo de ejercicio puede aportarnos estos beneficios: nadar, correr o caminar rápido, bailar, hacer aeróbics, andar en bicicleta. Encuentra una actividad que disfrutes y comprométete a hacerla al menos 3 veces por semana.
Haz ejercicios de PNL. La Programación Neurolingüística es una técnica que ha ganado popularidad en los últimos años, y que consiste en diferentes técnicas para modificar nuestro comportamiento a través del lenguaje y la visualización. Muchas personas afirman haber hecho grandes cambios en su vida gracias a ella, así que, ¿por qué no intentarlo?