La avena no sólo es un excelente exfoliante, gracias a toda la fibra que contiene, sino que su alto contenido de proteínas ayuda a mantener la piel hidratada, porque no permite que se pierda la humectación natural.
Cómo usarla:
Muele dos cucharadas de avena para hacerlas polvito.
Mezcla con 3 cucharadas de aceite de oliva y haz una pasta.
Frota tus manos con esta mezcla, deja actuar 10 minutos y luego enjuaga con agua tibia.