Los 10 errores que tus galletas jamás te perdonarían
No refrigerar la masa
Si hiciste una masa perfecta pero las galletas quedaron sorprendentemente planas y aplastadas, quizás es porque cometiste este error. Refrigerar la masa de galletas antes de hornear es un paso increíblemente subestimado, pero puede hacer una gran diferencia en el resultado final. Luego de pasar un rato en el refrigerador, la mantequilla de la mezcla se asienta y se pone más firme, por lo que la masa adquiere una textura mucho más consistente. Luego, cuando colocas las galletas en el horno, la masa es más sólida, por lo que no se extiende ni se aplasta tan rápidamente. ¡El resultado son unas galletas suaves y suculentas!
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