Este pastel Selva Negra de una sola porción combina la riqueza del chocolate con la dulzura ácida de las cerezas para lograr un equilibrio perfecto. La bola de helado cremoso lo hace irresistible: un postre elegante y satisfactorio sólo para ti. Cambia las cerezas frescas por cerezas congeladas si no son de temporada, pero descongélalas y sécalas antes.
Ingredientes para 1 persona:
2 cdas de mantequilla sin sal
2 cdas de pedacitos de chocolate semidulce
3 cdas de azúcar granulado
1 cda de cacao en polvo
2 cdas de harina
1 pizca de sal
1/4 cdta de extracto de vainilla
1 cda de leche (o alternativa no láctea)
2-3 cerezas frescas (deshuesadas y partidas por la mitad)
Helado de vainilla (para servir)
Chispas de chocolate o una cereza por encima (adorno opcional)
Preparación:
Precalentar el horno a 175°C (350°F). Engrasar un molde pequeño o una fuente apta para horno.
En un bol apto para microondas, derretir la mantequilla y las pepitas de chocolate en intervalos de 15 segundos, removiendo cada vez hasta que quede suave.
Incorporar el azúcar, el cacao en polvo y el extracto de vainilla. Añadir la leche y mezclar hasta obtener una masa homogénea. Incorporar la harina y la sal hasta que estén bien mezcladas.
Añade poco a poco las cerezas frescas cortadas por la mitad, reservando algunas para la cobertura.
Vierte la masa en el molde preparado. Cubre con las cerezas reservadas. Hornea durante 18-20 minutos o hasta que los bordes estén firmes pero el centro siga ligeramente pegajoso.
Deja enfriar el pastel unos minutos y, a continuación, cubre con una bola de helado de vainilla. Si lo deseas, añade chispas de chocolate o una cereza encima para decorar.