Si quieres ir a lo seguro, opta por unos raviolis, que siempre son un éxito en la mesa. Estos con calabaza serán un éxito garantizado.
Ingredientes para 4 personas:
Para la pasta:
agua, lo necesario
400 g de harina
1 cdta de sal
4 huevos
Para el relleno:
200 g de pulpa de calabaza cocida
260 g de queso ricotta
1 huevo
1 cda de queso parmesano
1 pizca de nuez moscada
1 trozo pequeño de mantequilla
salvia fresca, un par de hojas
sal y pimienta al gusto
Para decorar:
200 g de calabaza en cubitos
80 g de mantequilla
Preparación:
Corta la calabaza en trozos pequeños. Pon la mantequilla en la sartén, déjala calentar, derrite y una vez caliente agrega la calabaza en trozos. Cocina la calabaza el tiempo suficiente para caramelizarla un poco, luego apaga el fuego y reserva.
Preparar la masa: colocar la harina en una fuente, hacer un surco e introducir los huevos, el agua tibia y la sal en su interior. Amasar todo bien, conseguir una masa consistente y dejar reposar una hora.
Ahora a preparar el relleno de los ravioles: limpia y corta la calabaza en trozos. Hornea la calabaza en el horno a 180°C durante 25 minutos. Una vez cocida, pela la calabaza y machácala.
Coge un bol y añade el puré de calabaza a la ricota, incorpora el huevo, el parmesano y la nuez moscada. Mezclar todo bien.
Toma la masa de ravioles y haz láminas finas. Toma una cucharada de relleno y colócalo en el medio de la capa, formando muchos montones a la misma distancia entre sí. Toma otra tira de masa y ponla encima de la ya rellena. Cortar los ravioles con una rueda de repostería.
Cocina los ravioles, sumergiéndolos en agua hirviendo con sal. Déjalos unos minutos hasta que floten a la superficie. Tan pronto como estén listos, escurrir y mezclar con un poco de mantequilla y algunas hojas de salvia.
Sirva inmediatamente con un chorrito de aceite de oliva, pimienta gruesa y trocitos de calabaza en mantequilla.