Otra receta de aprovechamiento que le quita lo aburrido a lo que queda del pollo asado es preparando unas croquetas. El secreto para que no queden muy secas es hacer una bechamel un poco más líquida, ya que al incorporar el pollo se va a resecar un poco más.
Ingredientes para 4 personas:
2 pechugas de pollo cocidas
aceite para freír
1 cebolla
1 vaso de leche
sal y pimienta al gusto
2 pizcas de nuez moscada
2 cdtas de harina
1 huevo
pan rallado, para rebozar
Preparación:
Desmenuzar el pollo en un plato.
Mientras tanto, pelar, triturar una cebolla y sofreírla con un poco de aceite durante 4 minutos.
Una vez esté pochada, añadir el pollo. En un vaso de leche disolver 2 cucharaditas de harina y añadirlo al pollo, mezclando para que se incorpore bien.
Sazonar al gusto con sal, pimienta y nuez moscada.
Mover bien, cuando todo forme una masa homogénea y espesa retirarla del fuego y dejarla enfriar. Ponerla en el frigorífico, de preferencia 12 horas, pero si no es posible, un par de horitas.
Hacer bolitas con la masa con ayuda de dos cucharas, pasarlas con pan rallado y darles la forma de croqueta.
Pasarlas por huevo batido y volverlas a rebozar para que queden extra crujientes.
Freír en aceite caliente durante unos 4 minutos, hasta que cambien de color y luzcan doradas.
Dejar reposar en papel absorbente antes de servir.