Precalentamos el horno a 210°C y mientras va cogiendo temperatura cortamos la calabaza a lo largo para retirarle las semillas. La colocamos en una bandeja de horno con papel sulfurizado (papel de horno) y le echamos un chorro de aceite de oliva. Horneamos durante 1 hora aproximadamente, o hasta que comprobemos que la calabaza está blanda. Una vez transcurrido el tiempo retiramos la piel a la calabaza y reservamos.
Continuamos enjuagando los garbanzos y dejándolos escurrir bien.
Añadimos en un bol la calabaza, el zumo de limón y los garbanzos. Batimos con la batidora hasta conseguir una masa sin grumos, entonces agregamos poco a poco el aceite de oliva mientras continuamos batiendo hasta conseguir la textura deseada. Una vez lista probamos y añadimos sal a gusto y comino.