Utilizamos cookies para mejorar nuestros servicios y mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias y hábitos de navegación.
Si continua navegando, consideramos que acepta su uso.
Más informaciónOK
Una receta clásica, fácil pero muy reconfortante que no está de más tener en nuestro repertorio para esos días en que estamos bastante ocupados.
Ingredientes para 4 personas:
800 g de espinacas congeladas
Sal y pimienta al gusto
1 cdta de ajo en polvo
2 razas de salsa bechamel preparada o casera
2 tazas de queso rallado
1 cda de aceite de oliva
Preparación:
Para hacer la bechamel en casa, pon en una cacerola 50 g de mantequilla a fuego medio. Cuando esté fundida, añade 50 g de harina y remueve durante un par de minutos para que se dore un poco. Luego añade medio litro de leche caliente y media cuchara pequeña con sal; deja a fuego medio bajo. Remueve constantemente durante al menos 10 minutos para que se incorporen los sabores. De otro modo, puedes utilizar bechamel de bote.
Calienta el aceite en una sartén y rehoga las espinacas durante 8 minutos. Añade el ajo en polvo y salpimienta al gusto. No te preocupes si sueltan agua.
Pasamos las espinacas a una fuente para horno y revolvemos con la salsa bechamel. Rectificamos la sazón.
Cubrimos las espinacas con el queso y llevamos al horno a 200°C durante 20 minutos, o hasta que el queso esté tan dorado como a ti te guste.