¿Quién dijo que para hacer una tarta se necesita mucho esfuerzo y pasar horas en la cocina? Los alimentos congelados son nuestro gran aliado en esta receta y, por supuesto, ¡la licuadora! No esperes más y prepara esta tarta suave y cremosa cuanto antes.
Ingredientes para 6 personas:
1 paquete de pasta hojaldre o masa para tarta preparada
3 tazas de espinacas congeladas
1 paquete de queso feta
4 huevos
1 cebolla
2 dientes de ajo
2 tazas de nata espesa o yogur griego
1/4 manojo de menta fresca o congelada
sal y pimienta al gusto
1 cdta de orégano
2 cdas de aceite de oliva
Preparación:
Primero lo primero. Deja descongelar la masa y las espinacas, estas últimas sobre un colador para que vayan soltando el agua.
Corta finamente la cebolla y el ajo. Calienta el aceite en una sartén y sofríe durante 3 a 4 minutos.
A continuación, añade las espinacas y cocina durante unos minutos más. Salpimienta al gusto.
Mientras tanto, corta finamente las hojas de menta.
En el vaso de la licuadora pon el huevo, el queso desmoronado, el orégano, sal y pimienta al gusto. Mezcla durante 1 minuto para obtener una masa con algunos trozos aún.
Precalienta el horno a 180°C. Coloca la masa en un molde para horno, pincha la superficie con un tenedor y hornea durante 8 minutos.
Saca el molde del horno, distribuye encima las espinacas salteadas y vierte la mezcla de la licuadora. Añade la menta y mezcla con cuidado. Hornea durante 30 minutos, o hasta que el centro esté cocido y las orillas doradas.