Esta variante de la torta pascualina sustituye las acelgas por alcachofas para un resultado intrigante y delicado.
Ingredientes para 4 personas:
600 g de harina
6 alcachofas
8 huevos
100 g de setas secas
1/2 cebolla
1 manojo de perejil
300 g de queso ricotta
pan rallado
1/2 vaso de leche
80 g de queso parmesano rallado
Aceite de oliva
sal al gusto
especias mixtas al gusto
pimienta al gusto
Preparación:
Amasar la harina con media taza de aceite y agua suficiente para obtener una masa suave. Dividirlo en bolas del tamaño de un huevo. Disponerlas enharinadas y cubrirlas con un paño húmedo y otro seco, dejándolas reposar durante dos horas.
Limpiar las alcachofas, cortarlas en rodajas finas y dorar en un poco de aceite las setas remojadas, la cebolla picada y el perejil. Cuando empiecen a pegarse al fondo, retirar del fuego y dejar enfriar.
Batir 4 huevos, añadir un puñado de queso, el pan rallado remojado en leche y luego escurrido, y la ricotta (ablandada con un poco de leche). Verter todo sobre las alcachofas y mezclar bien, sazonando con sal y una pizca de especias mixtas.
Engrasar un molde de unos 25 cm de diámetro. Toma una bola de masa y exprímela con el puño cerrado, girándola con bastante rapidez, hasta obtener un disco fino adecuado para la bandeja de horno.
A continuación, colócalo en la bandeja de horno, cubriendo los bordes. Engrasar la superficie. Repetir la operación con una segunda bola de masa. Vierte el relleno sobre las dos hojas de hojaldre, nivélalo pero forma 4 pozos simétricos, en los que dejarás caer otros tantos huevos. Sazonar con sal y pimienta.
Tomar las bolas restantes una por una y cortar más hojas, que se extenderán y engrasarán individualmente. Cuando hayas agotado las láminas, presiónalas hasta el borde, corta el exceso de masa y gira las orillas hacia dentro para formar el borde.
Engrasar la última lámina y cocer en el horno a 190º hasta que la masa haya adquirido un bonito color dorado.