Si tienes claro que la pereza se adueña de tu cuerpo y de tu mente en una milésima de segundo; ¡recurre a tus amigos! Con ellos puedes superar tus retos y a ti misma. Piensa en actividades que puedas hacer con tu mejor amiga o en grupo y disfruta de sudar la gota gorda entre risas.
Este ejercicio es perfecto para haceros reproches si alguien del equipo falla porque prefiere quedarse en el sofá comiendo palomitas y viendo una serie. ¡Esperamos que tú no seas la primera!