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EFECTOS SECUNDARIOS
¡Jamás los pases por alto! Después de darnos atracones de comida sin pensar en lo que estamos haciendo para evadirnos de la realidad nos afecta negativamente a golpe de espejo. ¿Qué significa esto? En cuestión de semanas, nos veremos más gordos, más delgados, tendremos problemas de salud... ¿Merece la pena sufrir por comerte un litro de helado tras fracasar en el ámbito laboral, por ejemplo? ¡NO!
''La emoción en sí misma no puede ser responsable de la ingesta excesiva. La verdadera causante del sobrepeso corresponde más bien a la forma en que la persona afronta la emoción'', aseguran los doctores Rojas y García-Méndez. Pero, ¿a qué se refieren? Existe gente que come de forma puntual en un día concreto porque se siente triste -o contenta- mientras que otras personas se refugian en los malos hábitos alimenticios cuando están mal emocionalmente. Un hecho que corresponde con la manera personal de digerir, nunca mejor dicho, sus sentimientos.