Y mejora nuestro estado de ánimo. Cuando ingerimos picante; el cerebro se pone en posición de defensa para controlar esas cosquillas que nos produce la sensación de ardor en todo el cuerpo. Nuestro ritmo cardiaco se acelera, se dilatan los vasos sanguíneos y la adrenalina nos invade por dentro. Aunque lo más importante es que el cerebro libera las hormonas de la felicidad. Las endorfinas nos conquistan haciéndonos más felices. Si algún día estás depre... ¡apuesta por unos tacos con salsa picante!