Existen 2 formas de preparar la masa del bizcocho y que determinarán la textura de este.
Método 1: Textura más consistenta
Mezclar la mantequilla reblandecida con el azúcar hasta obtener una crema lisa. Incorporar poco a poco los huevos batidos. A continuación añadir la harina junto a la levadura. Este es la forma ideal de preparar los bizochos con fruta confitada o deshidratada.
Método 2 : Textura suave y esponjosa
Mezclar los huevos junto al azúcar e incorporar progresivamente la nata, la harina y la levadura. Por último, añadimos la mantequilla reblandecida. De esta forma obtendremos una textura más ligera y suave.