Después de unas semanas sin azúcar, verás cómo luces menos hinchada al despertar, tus ojos tienen más brillo y el aspecto fatigado desaparece. Esto se debe a que el azúcar interfiere en la producción de elastano y colágeno natural, acelerando así el proceso de envejecimiento y problemas de la piel como rosácea y acné. Dejar de consumir azúcar te quitará automáticamente unos años de encima, y dejará tu piel más lisa, más brillante y mejor hidratada.