Salado y dulce a partes iguales, este croissant es el tentempié perfecto para el mediodía. Llévalo como tentempié entre reunión y reunión o en el almuerzo de tus hijos para darles un capricho dulce. Los cruasanes frescos sólo duran uno o dos días, pero esta receta rápida y fácil te durará toda la semana.
Ingredientes:
Croissants viejos(¡o frescos si simplemente quieres probar esta receta!)
1/2 taza de nata
3/4 taza de azúcar
1 cucharadita de sal kosher
Instrucciones:
Precalentar el horno a 150°C. Forra una bandeja para hornear con un tapete de silicona o papel pergamino.
Cortar los croissants en rodajas de 3cm de grosor y reservar.
En un cazo pequeño, calentar la mitad y mitad a fuego medio-bajo hasta que empiece a salir vapor.
Bate la mezcla caliente con el azúcar y la sal kosher en un bol. Batir hasta que el azúcar y la sal se disuelvan, creando el almíbar.
Sumerge ambos lados de cada rebanada de croissant en el sirope y, a continuación, aprieta suavemente el croissant para eliminar el exceso de sirope. El croissant debe estar húmedo de almíbar, pero no goteando.
Coloca las rebanadas de croissant cubiertas de sirope en la bandeja para hornear preparada.
Hornea en el horno precalentado durante 45 minutos, girando la bandeja a mitad del tiempo de horneado.
Después de 45 minutos, comprueba las rebanadas de croissant pinchándolas un poco. Deben estar firmes y un poco blandas.
Retira las rebanadas de croissant del horno y déjalas enfriar durante 10 minutos. Si no se sienten quebradizas después de enfriarse, vuelve a meterlas en el horno durante otros cinco minutos.
Puedes comerlos enteros o partirlos en trozos más pequeños para los niños.