¡Estas albóndigas son una forma versátil de dar un buen uso a tus panes viejos! Sírvelas en un sándwich submarino, encima de tu pasta favorita o con salsa de tomate y un palillo para el aperitivo perfecto.
Ingredientes (para 24 albóndigas, dependiendo del tamaño):
450 g de carne picada
1/2 taza de cebolla finamente picada
2 dientes de ajo picados
1/4 taza de queso parmesano rallado
1/4 taza de perejil fresco, picado fino
1/4 taza de leche
1/4 taza de pan rallado croissant
1 huevo grande
1 cdta de sal
1/2 cdta de pimienta negra
1/2 cdta de orégano seco
1/2 cdta de albahaca seca
1/4 cdta de hojuelas de pimiento rojo (opcional, para darle un toque extra)
Aceite de oliva, para cocinar
Para el pan rallado:
2 cruasanes grandes
1/4 cdta de sal
1/4 cdta de pimienta negra
1/4 cdta de ajo en polvo (opcional)
Instrucciones:
Precalentar el horno a 175°C.
Rompe los cruasanes en trozos más pequeños y colócalos en una bandeja para hornear.
Hornear durante unos 10-12 min. o hasta que estén secos y ligeramente dorados. Deja que se enfríen.
Una vez fríos, poner los cruasanes secos en un robot de cocina y triturar hasta obtener una consistencia de migas finas. Si no dispones de robot de cocina, introduce los cruasanes en una bolsa de plástico hermética y aplástalos con las manos o con un rodillo.
En un bol grande, mezcla la carne picada, la cebolla picada, el ajo picado, el queso parmesano rallado, el perejil picado, la leche, las migas, el huevo, la sal, la pimienta, el orégano, la albahaca y las hojuelas de pimiento rojo (opcional). Mezcla bien todos los ingredientes.
Forma albóndigas del tamaño que desees. Para obtener un tamaño uniforme, puedes utilizar una cuchara para galletas o una cuchara sopera.
Calentar aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, añade las albóndigas por tandas, procurando no llenar demasiado la sartén.
Cocinar hasta que las albóndigas estén doradas y alcancen una temperatura interna de 160°C.
Pasar las albóndigas a un plato forrado con papel absorbente para escurrir el exceso de aceite. Sírvelas calientes y ¡buen provecho!