Esta cazuela de desayuno dulce y con sabor a frutos secos es la forma perfecta de aprovechar los cruasanes que están a punto de caducar. Sumergir los croissants en la mezcla de huevo es la clave para preparar este delicioso desayuno. Si no tienes suficientes cruasanes para esta receta, puedes mezclarlos con otros panes de tu despensa, como masa madre o una baguette.
Ingredientes (para 6-8 personas):
6 croissants grandes, cortados en trozos pequeños
6 huevos grandes
2 tazas de leche entera
1/2 taza de nata espesa
1/4 taza de azúcar granulado
1 cdta de extracto de vainilla
1/2 cdta de canela molida
½ taza de almendras
1 pizca de sal
Azúcar en polvo y frambuesas frescas, para decorar
Instrucciones:
Precalentar el horno a 175°C. Engrasar una fuente de horno de con mantequilla o spray antiadherente.
Coloca los trozos de croissant en la fuente de horno.
En un bol grande, bate los huevos, la leche, la nata, el azúcar granulado, el extracto de vainilla, la canela y la sal hasta que estén bien mezclados.
Vierte la mezcla de huevo uniformemente sobre los trozos de croissant en la fuente de horno, asegurándote de que todos los trozos estén cubiertos. Presiona suavemente los cruasanes para que absorban el líquido.
Deja reposar la fuente unos 15 minutos para que los cruasanes absorban la mezcla de huevo.
Cuando la mezcla de croissants haya reposado, espolvorea las almendras uniformemente por encima de la cazuela.
Hornea durante 35-40 minutos o hasta que la cazuela esté cuajada y la parte superior dorada.
Una vez horneada, retira la cazuela del horno y déjeaa enfriar unos minutos.
Antes de servir, espolvoree la superficie con azúcar en polvo.
Sirve la cazuela en porciones iguales y cubre cada una con frambuesas frescas.
Prueba esta receta con tu sirope de arce favorito para darle un toque dulce.