El postre de toda la vida que las abuelas preparaban con mucho esmero... ¡pero no es tan difícil de hacer! Disfruta de su centro suave, su sabor a vainilla, y su crujiente cobertura. Imagínate si lo sirves con un coulis de frutos rojos o cerezas marinadas... no te lo puedes perder
Ingredientes para 4-6 porciones:
150 g de azúcar
50 g de mantequilla
110 g de harina
600 g de leche entera
2 yemas de huevo
piel de naranja y limón, sólo la parte coloreada
1 sobre de azúcar avainillado
1 pizca de sal Para el rebozado:
2 huevos batidos
10 galletas trituradas
aceite de oliva para freír
azúcar para espolvorear
canela molida al gusto
Preparación:
Poner el azúcar en el vaso y glasear durante 30 segundos en un procesador a velocidad alta.
Agregar la piel de la naranja y del limón y repetir la operación.
Pasar a una olla con la mantequilla, derretir y mezclar bien los ingredientes.
Añadir la harina y, para tostarla ligeramente, dejar cocinando un par de minutos sin dejar de remover.
Agregar el azúcar avainillado, la leche, las yemas y la sal, mezclar unos segundos y cocinar a fuego medio para que espese. Luego, retirar del fuego.
Humedecer un molde rectangular con un poco de agua y verter la mezcla. Dejar enfriar, de preferencia unas horas para que tome una consistencia más firme.
Cortar en cuadrados,triángulos, rombos, o como te guste.
Pasarlos por las galletas molidas (o por harina si lo prefieres).
Por último, pasa cada trozo por el huevo batido y otra vez por las galletas. Esto le dará su textura crujiente.
Freír en abundante aceite caliente. Escurrir sobre papel de cocina y rebozar con la mezcla de azúcar y canela.