¡Cómo lo oyes! Nuestra mousse tiene como ingrediente principal la leche condensada. ¿Alguna vez habías pensado en ella de esa forma? Pues... debes saber que es capaz de darle un gusto increíble a nuestra mousse -ese postre de origen francés que nos encanta. La receta que te presentamos es muy fácil y puedes hacerla para terminar cualquier comida.
Ingredientes para 6 vasitos:
200ml de nata para montar
200 g de leche condensada
4 hojas de gelatina neutra
1 clara de huevo
1 pizca de sal
1 cucharada de leche
Preparación:
Lo primero que tienes que hacer es montar las claras con una pizca de sal hasta que consigas un espeso y tentador merengue. Cuando eso esté hecho, ¡reservamos!
Después toca hidratar la gelatina. ¿Cómo hacerlo? Ponla en agua fría durante 5 minutos. Una vez hidratada; la escurrimos y la disolvemos en la cucharada de leche (ésta debe estar caliente).
Ahora toca mezclar la nata montada con la leche condensada, añadir la gelatina y mezclar bien. Por último, incluye las claras montadas en la mezcla con movimientos envolventes.
Repartimos la mezcla en los vasitos y dejamos enfriar en el frigorífico durante 2 horas -como mínimo-.
Esta mousse puedes acompañarla de mermelada, frutas, frutos secos, chocolates, siropes...