La receta de toda la vida que nos encanta y alegra nuestras tardes de otoño.
Ingredientes para 6 personas:
150 g de harina
1 huevo
50 g de azúcar
50 g de mantequilla
1 cdta de cáscara de naranja rallada
1 pizca de levadura
Ingredientes para el relleno:
3 huevos
110 g de azúcar
120 g de nata para montar
400 g de pulpa de calabaza
1 cdta de canela en polvo
1/2 cdta de jengibre en polvo
1 pizca de sal
Preparación:
Limpiamos la calabaza, la cortamos en trozos y la cocemos durante 15 minutos al vapor o 20 minutos al horno.
Vertemos la harina en un bol, hacemos un hueco en el centro y añadimos el huevo, la mantequilla cortada en trozos pequeños, el azúcar, la levadura y la cáscara de naranja rallada.
Amasamos rápidamente esta mezcla hasta que obtengamos una pasta blanda y compacta que envolveremos en un film transparente y que dejaremos reposar media hora en el frigorífico.
Espolvoreamos el molde que vayamos a utilizar con un poco de harina y le damos una capa de aceite o mantequilla.
Estiramos la masa en la encimera con la ayuda de un rodillo, la depositamos sobre el molde, la aplastamos bien para que tome la forma del recipiente y recortamos lo que sobre de los bordes. Con la ayuda de un tenedor haremos varios agujeros en la base del molde para que no se nos infle la tarta.
Mientras preparamos el relleno dejamos el molde reposar en el frigorífico. En un bol vertemos los huevos, el azúcar, una pizca de sal, el jengibre rallado y la canela en polvo. Removemos bien y añadimos la nata.
Añadimos la pulpa de calabaza hecha puré y removemos hasta obtener una mezcla homogénea.
Vertemos esta mezcla sobre la base del molde y horneamos a 200°C durante 10 minutos. A continuación reduciremos la temperatura a 170°C y dejamos cocer durante 40 minutos.