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¿Cómo evitar los grumos?
Para evitar la formación de grumos durante la cocción de la polenta, viértela "en un chorrito" en la olla, comenzando inmediatamente a remover rápido con un batidor de acero. El uso de una cuchara de madera aumenta la posibilidad de que se formen grumos. Una vez que la polenta esté lista, extiéndela sobre una tabla de cortar de madera cubierta con un paño húmedo y escurrido para evitar que se forme una costra en la superficie. El truco para evitar los grumos es remover rápidamente la polenta al principio de la cocción, cuando se vierte la harina en la olla. Si intentas disolver los bultos después, la operación será mucho más difícil y los bultos permanecerán casi con toda seguridad. Un pequeño consejo que sólo debes poner en práctica si no tienes invitados y si no quieres tirar la comida en absoluto: si tu polenta tiene grumos, pasa unos cuantos golpes de la licuadora de mano para disolver y mezclar los grumos.