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10 Deliciosas maneras de preparar la polenta, el ingrediente que faltaba en tu cocina

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Rebañando

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Sal gruesa

Recuerda añadir la sal sólo cuando el agua haya empezado a hervir. La cantidad de sal no debe ser exagerada: mejor una polenta ligeramente salada, que demasiado. De hecho, debe acompañar platos muy a menudo salados, como las setas, el salchichón o el queso, como dicta la tradición véneta. La sal debe ser sólo gruesa: se disuelve más lentamente y aromatiza mejor la polenta. El exceso de sal es una de las razones más comunes por las que la polenta falla. Recuerda también que el exceso de sal es malo para la salud. Si tienes la impresión de que todo te sabe siempre a poco, quizá tus papilas gustativas se hayan acostumbrado a dosis masivas de sal. Consigue que vuelvan a la cantidad adecuada reduciendo la cantidad de sal en tus platos.


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