Calentar el caldo y tenerlo a la mano para la cocción del arroz.
Derretir 2/3 de la mantequilla con el aceite en una sartén. Añadir la cebolla picada y cocinar a fuego moderado, removiendo hasta que esté tierna.
Añadir el arroz y tostarlo durante unos minutos, removiendo continuamente.
Desglasar con el vino, remover hasta que se haya evaporado.
Añadir un cucharón de caldo cada vez hasta que se extinga y cocer el arroz, removiendo constantemente.
Una vez que esté listo el risotto, apaga el fuego, añade el resto de la mantequilla y el queso, y remueve. Por último, añadir el perejil con el zumo y la ralladura de limón.
Remover de nuevo y servir inmediatamente, decorando al gusto con perejil y rodajas de limón.