La salsa marinara es típica de Nápoles y debe su nombre al pueblo para el que se elaboraba originalmente: los marineros. Se elabora con tomate, aceite de oliva, ajo y hierbas aromáticas (en algunas versiones también con cebolla). Al ser tan fácil de preparar (una maravillosa constante en nuestra cocina) es versátil y puede enriquecer muchos platos diferentes.
Cómo se hace:
en una cacerola grande, calentar 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio-alto y añadir 1 cebolla cortada en dados. Cocinar durante unos 5 minutos hasta que esté translúcido, removiendo de vez en cuando.
Añadir 1 cucharada de ajo picado y cocinar durante 1 minuto más. Añadir 80 ml de vino blanco y cocer a fuego lento hasta que se evapore por completo.
Añadir 800 g de tomates San Marzano enteros, aplastándolos con las manos en la sartén. Añadir 1 cucharadita de orégano seco, 1 cucharada de azúcar, sal y pimienta al gusto.
Si es necesario, romper más los tomates con una cuchara de madera y añadir 2 cucharadas de albahaca fresca finamente picada.
Llevar a ebullición y luego cocinar a fuego lento durante 30-45 minutos, removiendo de vez en cuando. Servir caliente.