Cortesía de Giphy
Buscamos el amor sin querer encontrarlo. Pasamos horas en Tinder tratando de dar con la persona adecuada. Buscamos alguien que se adapte exactamente a lo que queremos, y si encontramos algo que no nos gusta, fácil, pasamos al siguiente. Pensamos que encontrar pareja es tan simple como ir a hacer las compras, olvidándonos de la espontaneidad y el misterio, porque esas cosas dan miedo.
Pasamos horas buscando artículos sobre cómo seducir, cómo agradar al sexo opuesto, o cómo saber si le gustamos a un chico, cuando lo cierto es que dedicamos muy poco tiempo a construirnos, conocernos y ofrecer algo más que una apariencia impecable. Nuestros perfiles de Tinder tienen más personalidad que nosotros.
Queremos amar con nuestras popias condiciones.