© iStock / Getty Images Plus / FredFroese
¿Te consideras unas persona enojona?
Vamos a hacer un sencillo ejercicio: hoy por la noche, antes de ir a la cama, tómate 5 minutos para analizar todo lo que ocurrió en tu día, desde que saliste de casa hasta el momento presente. Intenta recordar todas esas cosas que te molestaron: el tráfico, el ruido, alguien en el trabajo, etc. ¿Has recordado muchas o pocas cosas? ¿Y si lo analizaras durante una semana?
Los seres humanos somos muy sensibles a lo que sucede alrededor de nosotros, no sólo de forma física sino también psíquica. Por ello desarrollamos mecanismos conscientes o inconscientes para procesar todo tipo de información que recibimos a lo largo del día. Algunas personas reaccionan de manera rápida a los impulsos, con cierto grado de agresividad, mientras que otros pueden canalizar sus emociones de maneras más introvertidas.
El enojo proviene de una baja tolerancia a la frustración, así como miedo a ser rechazado o invalidado. En el caso de personas verdaderamente iracundas, estos arranques de enojo pueden dañar su calidad de vida en diferentes formas. Veamos cuáles son.
Comenta este artículo