2. Prepara un recipiente. Lo ideal es que siembres las enredaderas de maracuyá en una maceta separada y protegida.
Llena el recipiente con una mezcla de tierra hecha con partes iguales de compost, tierra de la superficie y arena gruesa. Llena el recipiente con 10 cm (4 pulgadas) de esta mezcla.
Raspa con un palo la tierra en el recipiente que servirá como vivero, espaciando los surcos que resulten a 5 cm (2 pulgadas). Estos surcos servirán como drenajes poco profundos que pueden ayudar a evitar que la humedad ahogue las semillas o sus raíces en ciernes.
3. Siembra las semillas. Coloca las semillas a 1 cm (1/2 pulgada) de separación una de otra dentro de cada surco.
Protege las semillas cubriéndolas con una capa muy delgada de tu mezcla de tierra.
Después de plantar las semillas, riégalas inmediatamente. Humedece el suelo, pero no lo empapes.