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Unas croquetas de jamón y queso le hacen la boca agua a cualquiera, pero también las puedes hacer de atún, de cocido, de pollo... ¡son una delicia!
Ingredientes para 4 personas:
8 cdas de harina de repostería
2 cdas de aceite
2 cdas de mantequilla
1 litro de leche
200 g de atún en aceite, de jamón serrano, de pollo o de queso
1 pizca de nuez moscada
Sal al gusto
Preparación:
Lo primero que se debe hacer es derretir la mantequilla junto al aceite en la sartén en la cual vayamos a hacer la masa.
Acto seguido, añadimos la harina y retostamos para que se absorba bien la grasa quitándole el sabor a crudo de la harina. Vamos aplastando la masa poco a poco.
Cuando hayan pasado cinco minutos, añadimos la mitad de la leche y removemos. Mientras que la mezcla se está ligando; agregamos la leche restante con mucho mimo.
Ha llegado la hora de añadir el relleno elegido: atún, jamón, pollo o queso. Dejamos que todo se siga cociendo poco a poco hasta que la masa se despegue sin problemas de la sartén. Añadimos la sal y la nuez moscada.
Dejamos enfriar la masa en un recipiente y la cubrimos con plástico mientras coge la temperatura deseada.
Cuando la masa esté fría, cogemos las croquetas con una cuchara sopera para ir moldeándolas. Lo ideal es dejar la masa de un día para otro en la nevera.
Una vez que estén hechas las croquetas, rebozamos en huevo y en pan rallado.
Freímos las croquetas en aceite de oliva caliente. La calidad del aceite es importante porque cuando más virgen y puro sea mejor sabrán las croquetas puesto que no cogerán ningún tipo de sabor.
Ahora solamente nos queda disfrutar de las croquetas y pensar que te las ha hecho tu abuela porque te quedarán tan bien como a ella. ¡Qué aproveche!