Esta tarta combina lo mejor de dos mundos: Crujiente crumble y una maravillosa crema de tarta de queso.
Ingredientes para 6 personas:
Para la masa y el crumble
350 g de harina
1 sobre de levadura en polvo
150 g de mantequilla
120 g de azúcar
1 sobre de azúcar vainillado
1 huevo
1 pizca de sal
1 cda de leche
Para el relleno
125 g de mantequilla
250 g de azúcar
1 sobre de azúcar vainillado
3 huevos
1 kg de requesón
1 sobre de pudin de vainilla en polvo
1 cucharada de ralladura de limón
Preparación:
Precalentar el horno a 180 grados.
Para la masa y el crumble, amasar la harina con la levadura en polvo, la mantequilla fría, el azúcar y el azúcar vainillado con el huevo y la sal.
Desmenuzar un tercio de la masa. Amasar los dos tercios restantes con la leche.
Engrasar un molde desmontable y amasar la mayor parte de la masa sobre la base y los lados.
Para la mezcla de requesón, batir la mantequilla con el azúcar y el azúcar de vainilla e incorporar los huevos. Añade primero el requesón y, a continuación, la vainilla en polvo. Por último, incorporar la ralladura de limón a la mezcla.
Vierta la mezcla sobre la base de hojaldre y métala en el horno precalentado durante 20 minutos.
A continuación, extender el crumble sobre latarta. Bajar el horno a 160 grados y hornear otros 40 minutos.
Enfría la tarta durante al menos 4 horas.
Consejo: La fruta combina especialmente bien con esta tarta de queso, tanto si se añaden melocotones en conserva al relleno como si se adorna con grosellas rojas.