Los alimentos que no están certificados como orgánicos a menudo se elaboran con hormonas de crecimiento y antibióticos que ralentizan el metabolismo del cuerpo humano. Los alimentos industriales y las comidas preparadas en particular pueden afectar el metabolismo. Por lo tanto, es mejor comprar frutas y verduras con sello orgánico. Es aún mejor si lo compras fresco del mercado y apoyas a los productores locales.