Todo lo que necesitas para esto son copos de avena, leche de almendras, arándanos, jarabe de agave o de arce, extracto de vainilla y un poco de muesli si quieres combinar una textura crujiente. Vierte unos 100 ml de leche de almendras sobre 50 g de copos de avena. Agrega el extracto de vainilla y el sirope de agave y revuelve todo bien. Deja reposar la avena durante la noche y cúbrela con los arándanos y la granola. Si lo deseas también puedes utilizar un poco de yogur natural o plátanos.