Lo que aprendí de Pippi Calzaslargas, la primera heroína feminista de nuestra infancia

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Pippi liberó a las niñas de todo el mundo

Si Pippi hubiera sido tu vecina, seguramente tus padres te habrían prohibido jugar con ella. Pero también sería la primera niña con la que querrías salir a jugar. Y es que ella, contrariamente a su amiga Annika, no tenía miedo de nada. A Pippi no le importaban los estándares de belleza, jamás se comportaba como "una señorita", tenía una bolsa con monedas de oro que le daban la independencia económica, hacía las cosas al revés pero, sobre todo, tenía un gran corazón. 

Pippi es una chica rebelde que, desde su aparición en 1945, ha liberado a niñas y niños de todo el mundo, al punto en que en muchos países todavía figura en la lista de libros prohibidos. Pero esto no es nada nuevo para ella, ya que en sus aventuras ha salvado a los niños del colegio, dándoles una voz frente a la autoridad de los adultos. Ella se oponía firmemente al bullying, y no dudaba en ayudar a  quien se encontraba en apuros. 

La casa de Pippi Calzaslargas se convierte en un refugio para todos los niños de su comunidad, donde pueden ser libres y romper todas las reglas de los adultos. Es un personaje positivo que nos recuerda que los niños también tienen derecho a espacios de independencia.