A la mayoría nos ha pasado que al freír, el aceite salpica por todos lados y, además de dejar la cocina hecha un desastre, nos puede quemar, ¡o hasta prenderse en llamas!
Para evitar todos estos problemas, hay varios métodos, pero nosotros tenemos sobre todo un truco favorito, que suele funcionar super bien.
Comenta este artículo