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Sé amable contigo mismo
La mayoría de las personas tienden a ser muy exigentes y duros con ellas mismas. Sin darnos cuenta, pasamos horas repasando nuestros errores y defectos, juzgando nuestra apariencia o simplemente pensando que no somos lo suficiente. Sin embargo, los especialistas en terapia cognitivo conductual nos recuerdan que nuestra mente tiene el mal hábito de replicar ideas erróneas que tenemos sobre nosotros mismos. El autocuidado y la compasión son esenciales para tener una mejor calidad de vida, para alcanzar nuestro potencial y disfrutar plenamente de nuestro día a día.
Si no sabes por dónde comenzar, te proponemos dos ejercicios utilizados en terapia. El primero de ellos tiene como propósito recordarte cada mañana que mereces todo el amor que quieras recibir. Sentada en tu cama, respira profundamente y repite en tu mente lo que deseas para ti: "deseo que (tu nombre) tenga amor, paz, salud, plenitud, abundancia". Después, repite los mismos deseos, imaginando que una persona a la que quieres mucho te está diciendo las mismas palabras. Repítelo cada mañana.
El segundo ejercicio es tomar una hoja de papel y escribir al menos 5 afirmaciones positivas sobre ti: lo que más me gusta de mí es..., estoy orgullosa de..., me siento agradecida por..., fui muy valiente cuando...., fui compasiva cuando..., lo más importante para mí es..., así sucesivamente. Repite tus afirmaciones cada manaña frente al espejo, de preferencia en voz alta y mirándote a los ojos. Aunque al principio no sientas la diferencia, verás que en el transcurso de las semanas comenzarás a cambiar ese discurso negativo que hay en tu mente.
Y recuerda, trátate como tratarías a tu mejor amigo.