Según diversos estudios, las madres que comen chocolate de manera regular durante el embarazo tienen como resultado recién nacidos más alegres y despiertos. Después de observar a 300 mujeres embarazadas reportaron que las mujeres que consumían chocolate para aliviar el estrés tenían bebés más felices. Además los pequeños reportaron reacciones más rápidas a los estímulos de su entorno. Esto se debe a una sustancia presente en el chocolate, conocida como feniletilamina, que se transmite de la madre al bebé.