Grandes figuras de la Historia y sus vicios culinarios secretos

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Carlos V: Ostras

Alguno historiadores coinciden en que Carlos V era bastante peculiar a la hora de comer.

El emperador combinaba periodos de ayuno con grandes atracones y al final de su vida tenía gota, una enfermedad que ataca a las articulaciones y los riñones.

Cuando se retiró al monasterio de Yuste durante sus últimos años, Carlos V no podía empezar a comer si en su mesa no había un buen plato de ostras de Ostende acompañadas con cerveza belga.