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Día de todos los santos - Bolivia
Al igual que en México, el Día de todos los santos en Bolivia es una mezcla de tradiciones españolas y de los pueblos originarios. En la tradición andina la muerte no existe, más bien es vista como una transición que es parte de la vida eterna. Así, la fiesta de los muertos sirve para recordar y compartir con las ajayus (almas, en Aymara).
Las familias se dirigen a los cementerios, no solamente con ramos de flores, sino con alimentos para armar un banquete de gala. Esto se debe a que, según su creencia, durante esa noche los muertos bajan a compartir con los vivos. El banquete se dispone en mesas largas, decoradas con velas y flores. Además, colocan manteles blancos cuando el difunto es un niño, o de colores oscuros para conmemorar a un adulto.
Los panes tradicionales pueden tener forma de escalera, para que el muerto pueda volver al paraíso; también están los "tanta wawa", panes en forma de niños que provienen de la tradición de los pueblos originarios que hacían sacrificios a los dioses. Por último, se coloca caña de azúcar, que simboliza el bastón que usará el difunto para guiarse en su visita, además de elementos como hojas coca, chicha y veladoras.