Poner a hervir un caldero con abundante agua y un poco de sal.
Retira el centro de la col utilizando un cuchillo pequeño para cortarla en forma de cono. Separar las hojas, teniendo cuidado de no romperlas.
Reservar las hojas exteriores de la col, magulladas y muy rotas, para forrar la cazuela en la que se colocarán los rollos.
En cuanto el agua hierve, se añaden las hojas de col, en dos o tres tandas, y se cocinan durante 2 o 3 minutos para que se ablanden. Retirar con una espumadera y dejar escurrir hasta que se enfríe.
Colocar en una tabla de cortar y desechar los tallos centrales duros.
Las hojas más grandes pueden dividirse en dos. Déjalas a un lado.
Relleno:
Poner en un bol la carne, el arroz, el tomate, la cebolla, el ajo, la menta, la nuez moscada, la sal, el aceite de oliva y la pimienta negra al gusto.
Mezclar bien, pero sin amasar demasiado la carne, para que no quede dura.
Montaje:
Se coge una hoja o media hoja de col sobre una tabla y se coloca aproximadamente una cucharada (de sopa) llena de relleno en el centro y se enrolla hasta la mitad de la hoja.
Doblar los lados hacia dentro y seguir enrollando, en forma de cigarro, hasta el final, sin apretar demasiado, dejando siempre un hueco porque el arroz crece durante la cocción.
Forrar una sartén gruesa con las hojas de col más duras y/o desgarradas y separadas. Colocar los rollos en capas.Puedes colocar una encima de otra sin problema, y es bueno mantenerlas apretadas para que no se desenrollen.
Rociar cada capa con aceite de oliva.
Mezcla la salsa de tomate con el agua suficiente para cubrir los rollos (esto dependerá del tamaño de tu olla).
Verter sobre los rollos, tapar y cocer a fuego lento durante unos 40 minutos hasta que estén cocidos. Prueba uno de la parte superior para saber si están listos: el arroz debe estar blando pero no pastoso ni empapado.