25 g de verduras tipo mirepoix (zanahoria, cebolla, puerro, apio, etc.)
200 g de harina de trigo
200 g de mantequilla
1 ramita de perejil
500 ml de caldo de verduras
150 g de pan rallado
2 huevos
Nuez moscada rallada
1 cucharadita de pimienta de cayena
3 cucharaditas de pimienta rosa molida
1 cucharada de pimentón dulce
Sal y pimienta negra
Aceite para freír
PREPARACIÓN:
Poner el caldo de verduras y las verduras en una sartén que no sea demasiado pequeña. Llevar todo a ebullición brevemente y añadir la carne. A continuación, baja la temperatura y cocina, tapado, a fuego lento durante 30 minutos.
Sacar la carne del caldo y dejar que se enfríe un poco. Pasar el caldo de verduras por un colador, reservando unos 150 mililitros. Ahora corta la carne en cubos muy pequeños y resérvala.
Lavar el perejil, sacudirlo y cortarlo muy fino.
Derretir la mantequilla en una sartén a fuego lento. Tamizar la harina en la sartén y mezclar bien para que no se formen grumos. Justo antes de que empiece a dorarse, añadir el caldo removiendo hasta que se forme una pasta cremosa. Ahora añade la carne y el perejil picado y amasa hasta conseguir una pasta (lo ideal es que la carne quede fina). Sazonar al gusto con una cucharadita de pimentón, pimienta de cayena, nuez moscada, sal y pimienta negra.
Dejar enfriar la mezcla tapada en la nevera durante al menos 8 horas, preferiblemente toda la noche.
Al día siguiente, batir los huevos en un plato hondo. Poner el pan rallado en un segundo bol, añadir el resto del pimentón y la pimienta rosa y mezclar bien.
Calentar el aceite en una sartén o freidora a unos 150 grados.
Saca la mezcla de carne (que ahora debe tener una consistencia firme) de la nevera. Con una cucharada, sacar trozos del tamaño de una pelota de ping-pong y formar croquetas sobre una tabla de trabajo húmeda.
Pasarlas primero por el huevo, luego pasarlas bien por el pan rallado y ponerlas a freír en la grasa durante 1-2 minutos hasta que las croquetas estén doradas.