Si vuelves al mar a finales de verano, no te pierda los mejillones frescos. Son especialmente sabrosos en salsa de vino casera:
Ingredientes para 4 personas:
2 kg de mejillones
3 cucharadas de aceite
75 g de cebollas finamente picadas
1 cucharadita de ajo finamente picado
1 huevo duro. Cepilla la yema de huevo a través de un colador fino, corta finamente la clara de huevo.
2 cucharadas de pan rallado grueso, sin costra
1/2 taza de tomates, pelados, sin hueso y finamente cortados
1/4 l de vino blanco seco
pimienta recién molida
2 cucharadas de perejil finamente picado
1 limón cortado en gajos
Preparación:
Lava y cepilla bien los mejillones. Calienta el aceite en una sartén pesada a temperatura moderada hasta que se forme un humo ligero.
Agrega la cebolla y el ajo. Saltea durante 5 minutos, revolviendo constantemente, hasta que las cebollas estén suaves y translúcidas, no doradas.
Agrega el pan, los tomates y las yemas de huevo y tritura y cocina a fuego lento durante 5 minutos, revolviendo constantemente, hasta que casi todo el líquido de la sartén se haya hervido y la mezcla se espese hasta obtener una pasta suave. Poner a un lado.
Coloca los mejillones en una cacerola con el esfínter hacia abajo y vierte el vino blanco. Deja hervir a fuego alto, cubre bien y cocina a fuego lento durante 8-10 minutos hasta que los mejillones se abran. Saca los mejillones con una espumadera y colócalos en un plato precalentado.
Colar el líquido restante en la olla a través de un colador fino y esparcirlo directamente en el Sofrito. Llevar a ebullición, revolviendo constantemente, sazonar al gusto con sal y pimienta.
Vierte la salsa sobre los mejillones, espolvorea con clara de huevo y perejil y decora con limones.
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