Prepara unos muffins tradicionales de chocolate y, una vez listos, decóralos con crema batida y un malvavisco blanco que será la cabeza del hombre de nieve. Dibuja la cara con glaseado de chocolate y haz la nariz con caramelo o gomitas. Como último detalle, tiñe la crema con colorante de alimentos para hacer los botones y usa más glaseado de chocolate para dibujar los brazos. ¡Son tan bonitos que casi da lástima comérselos!