¿Sabes qué pasa si bebes alcohol después de hacer ejercicio?
Nunca nos merecemos más disfrutar de una cerveza bien fría que después de haber sufrido en el gym. Tanto es así que jamás nos paramos a preguntarnos si será una buena idea. Y si nos lo preguntáramos, lo más probable es que acabáramos enzarzados en un debate sin conclusión en el bar más cercano, acompañado por supuesto de muchas más cervezas.
En palabras del Dr. Bob Girandola, asociado en el Departamente de Biología Humana de la Universidad del Sur de California, hacer ejercicio para perder peso o ganar músculo y consumir alcohol después es un "oxímoron absoluto" (oxímoron: cosas de significado completamente opuesto). Una investigación llevada a cabo en Australia entre atletas universitarios demostró que la ingesta de alcohol disminuía hasta en un 37% la síntesis de proteínas, que es básicamente lo que hace que tus músculos puedan crecer. "Si estás tratando de ganar músculo y conseguir los máximos beneficios a la salud, no tiene ningún sentido consumir alcohol", observa Girandola. "¿Por qué consumir alcohol cuando tienes tantas otras opciones que serán mucho más benéficas para tu salud?"
Aunque el doctor no parezca entender lo difícil que puede ser resistirse a un buen trago tras el esfuerzo, recuerda que esas margaritas, vinos o cervezas pueden estar saboteando tu empeño y frustrando tus objetivos. Bebe siempre con moderación.
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