Galletas con mermelada de melocotón

Paso 1

Son muy sencillas de hacer, en este caso usé un cortador de bordes rizados y para hacer el hueco de la galleta de arriba utilicé el culo de una boquilla grande porque era lo que tenía a mano, pero podéis hacerlas de la forma que más os guste o incluso sin relleno.

Lo importante, es que si las hacéis para rellenar, la galleta de arriba no pierda la forma porque es muy delicada. Cuando estiréis la masa, metedla 10 minutos en el frigorifico, después, con la masa aún fría, cortad las galletas ya sin el agujerito del centro y las volvéis a meter en el frío, así podréis manejarlas y al estar frías a la hora de hornearlas tampoco se deforman. Se hornean unos 10 minutos a 180 ºC, hasta que las veáis ligeramente doraditas, en este momento hay que tener cuidado porque la masa quebrada si se hornea en exceso queda demasiado crujiente.

El montaje es super fácil, solo tenéis que coger la mermelada que más os guste (en mi caso melocotón) y pasarla por un colador para refinarla un poco, así quitaremos tropezones o pepitas en en caso de que sea por ejemplo una mermelada de frambuesas. Después pintamos la base de la galleta con un poco de esa mermelada, así nos aseguramos que a la hora de montar la galleta esta se queda bien pegada y, por último, ponemos un poquito de mermelada en el centro de la base y colocamos la galleta con el agujero encima. Si veis que no queda bien relleno o que os gustaría con más cantidad, solo tenéis que echar un poquito más por encima del agujero con las galletas ya pegadas, la mermelada enseguida se adapta y rellena cualquier hueco.

Os recomendaría guardarlas en un tupper en el frigorífico hasta el momento de consumirlas, ya que la mermelada a temperatura ambiente se ablanda y podría salirse del sitio. Son unas galletas muy ricas y que nos pueden quitar de un apuro en un momento en el que necesitemos tener algo de picar en casa pero no disponemos de mucho tiempo o ingredientes para hacer otra cosa.