Los precios más interesantes de los productos frescos suelen encontrarse en los mercados. Otros productos de base como la harina o el arroz podemos comprarlo en un supermercado que haga grandes descuentos y si tenemos en cuenta que unas cadenas están más especializadas en lácteos que otras, dividiendo nuestra lista de la compra en 2 o 3 lugares también podemos reducir gastos.