¿Qué nos dice el test de la ducha?
Si lo primero que te lavas es la cara...
Eres una persona carismática y ambiciosa. Tu seguridad en ti mismo te hace luchar por tus metas sin importar lo que haya que hacer para lograrlo. Piensas primero en ti, por lo cual puedes ser percibido por los demás como una persona egoísta. Tienes todas tus armas preparadas para llegar al lugar que crees merecer, y no dudas en tomar la iniciativa y realizar esfuerzos sobrehumanos para ser siempre el número uno. Tu independencia y tu carisma son contagiosos, volviéndote un ejemplo a seguir para los demás. Pero todas estas cualidades, si son mal llevadas, pueden convertirte en una persona excesiva, inestable y propensa a los vicios.
Si lo primero que te lavas son los pies...
Eres una persona sumamente precavida y analítica. Para ti es importante medir el riesgo antes de lanzarte en cualquier acción, ya sea en tu trabajo o en tus relaciones personales. Te gusta verlo todo desde fuera, eres una persona callada que pasa más tiempo analizando su entorno que el común de la gente. A veces las personas pueden subestimar tu valor porque eres muy modesto, pero al momento de una crisis o cuando hay que tomar una decisión importante, tus ideas y opiniones son muy valoradas por los otros. Te gusta la tranquilidad, huyes del conflicto y prefieres pasar el tiempo solo que perderlo con personas que no te aportan.